El don de fe es una de las más grandes dones que Dios le ha dado a sus hijos. Esta donación no sólo ayuda a los creyentes a tener una profunda fe en Dios, sino que también les da la fuerza y el coraje para enfrentar los desafíos que se le presentan en la vida. La Escritura está llena de ejemplos de personas que han recibido este don y lo han usado para su bien.
Uno de los mejores ejemplos de don de fe en la Biblia se encuentra en la historia de Abraham. Dios le prometió a Abraham que tendría un hijo a pesar de que él y su esposa Sarah eran de edad avanzada. A pesar de la incredulidad de Sarah, Abraham obedeció la voz de Dios y tuvo fe en que su promesa se cumpliría. Así, Abraham fue capaz de tener el hijo que Dios le había prometido.
Otro ejemplo de don de fe en la Biblia se encuentra en la historia de la mujer con una hemorragia. Esta mujer había sufrido durante doce años con su enfermedad y había gastado todos sus recursos – incluyendo todos los dinero que tenía – para intentar curarse. Sin embargo, nada de lo que hacía parecía funcionar. Sin embargo, esta mujer mantuvo una profunda fe en el poder de Jesús para sanarla. Y, cuando ella se acercó a Jesús en la multitud, él la alabó por su fe y la sanó.
Un tercer ejemplo de don de fe en la Biblia se encuentra en la historia de los cinco panes y dos peces. Esta historia se encuentra en el Evangelio de Mateo. En esta historia, Jesús estaba sirviendo a una gran multitud de personas que se habían reunido para escuchar su mensaje. Mientras Jesús estaba enseñando, la multitud se quedó hambrienta. Fue entonces cuando un niño le ofreció a Jesús cinco panes y dos peces para alimentar a todos. A pesar de que el niño tenía una cantidad muy pequeña de alimento, Jesús le alabó por su fe y multiplicó los alimentos para alimentar a toda la multitud.
También hay un ejemplo de don de fe en la historia de la hija de Jairo. Esta historia se encuentra en el Evangelio de Marcos. Esta hija de Jairo había enfermado gravemente y estaba al borde de la muerte. Sin embargo, su padre Jairo mantuvo una profunda fe en el poder de Jesús para salvar a su hija. Cuando Jesús llegó a su casa, Jairo le oró y le pidió que ayudara a su hija. Jesús alabó a Jairo por su fe y le dijo que su hija se recuperaría. Y, como el relato muestra, su fe fue recompensada cuando su hija se recuperó.
Estos son sólo algunos de los muchos ejemplos de don de fe que se encuentran en la Biblia. Estos relatos nos recuerdan que Dios recompensa a aquellos que mantienen una profunda fe en él – incluso cuando sus circunstancias parecen imposibles. Cuando confiamos en Dios, él nos dará la fuerza para hacer cosas que parecen imposibles y nos recompensará por nuestra fe.