Los estados de la materia son una clasificación de los diferentes estados en los que la materia puede existir. La materia se puede encontrar básicamente en cuatro estados diferentes: sólidos, líquidos, gases y plasma. La materia puede cambiar de un estado a otro cuando se aplica una cantidad adecuada de energía. El cambio de estado de un líquido a un sólido se conoce como solidificación. A continuación vamos a hablar de dos ejemplos de cómo un líquido se puede convertir en un sólido.
Solidificación del Agua
La solidificación del agua se produce cuando el agua se enfría por debajo de 0°C. El agua se congela para formar hielo. Esto sucede en la naturaleza cuando las temperaturas bajan y la nieve cae. El agua también se puede congelar artificialmente congelándola en un congelador. La solidificación del agua es un proceso reversible, lo que significa que el hielo se puede volver a convertir en agua si se calienta. Cuando el agua se congela, se expande. Esto puede ser un problema para los tuberías de agua y los sistemas de alcantarillado.
Solidificación del Aceite
El aceite también se puede solidificar, aunque el proceso es algo diferente al de la solidificación del agua. El aceite se solidifica cuando se mezcla con una sustancia que se conoce como agente solidificante. Un ejemplo de un agente solidificante común es el parafina, un material que se usa en velas. Cuando el aceite se mezcla con el agente solidificante, se congela para formar una masa sólida. El aceite solidificado se puede usar para fabricar productos como jabones y velas.
Los dos ejemplos que hemos visto muestran cómo un líquido puede ser convertido en un sólido. Esto sucede cuando se le aplica la cantidad adecuada de energía o se mezcla con un agente solidificante. Estos procesos se producen tanto en la naturaleza como en el laboratorio. El conocimiento de cómo un líquido se puede convertir en un sólido es importante para una amplia variedad de aplicaciones, desde la producción de alimentos y medicamentos hasta la fabricación de productos industriales.