La cita textual, también conocida como cita directa, se refiere al acto de reproducir literalmente una fuente de información. Esto se hace habitualmente para respaldar un punto de vista o para ilustrar un argumento. Las citas textuales se usan mucho en trabajos académicos, discursos y artículos de prensa y revistas. La mayoría de las veces se utilizan para respaldar un punto de vista, para mostrar una idea y para proporcionar pruebas.
Las citas textuales se pueden utilizar tanto para respaldar un punto de vista como para refutarlo. Por ejemplo, una persona puede citar a un experto en el tema para respaldar su punto de vista, o puede citar a alguien que está en desacuerdo para refutarlo. Al utilizar citas textuales, los escritores deben asegurarse de que estén correctamente citadas y que sean relevantes para el tema.
Las citas textuales deben siempre ser citadas correctamente. Los escritores deben asegurarse de que mencionen la fuente de donde obtuvieron la cita. Esto se puede hacer de muchas maneras, desde proporcionar una nota al pie de página hasta incluir una referencia al final del documento. Esto es especialmente importante en trabajos académicos ya que se necesita mostrar que uno ha leído e investigado el material necesario para escribir el artículo.
Un ejemplo de una cita textual es: “Los diálogos entre los personajes en la obra de teatro de Shakespeare son clave para entender el mensaje que intenta transmitir el autor” (Henderson, 2018). En este caso, la fuente se cita correctamente y proporciona una prueba adicional para respaldar el punto de vista del autor.
Otro ejemplo de una cita textual es: “La lección más importante que aprendí es que la vida no es justa, pero hay que seguir adelante de todos modos” (Smith, 2019). Esta cita proporciona una prueba adicional para respaldar el punto de vista del autor, y se cita correctamente.
En resumen, las citas textuales son una forma útil de respaldar un punto de vista o de proporcionar pruebas para un argumento. Si los escritores utilizan citas textuales, deben asegurarse de que sean correctamente citadas y que sean relevantes para el tema. Esto ayudará a los lectores a entender mejor el punto de vista del autor y a respaldarlo con pruebas externas.