La cultura de elite se refiere a los valores, ideas, creencias, lenguajes y comportamientos compartidos por un grupo pequeño pero influyente de personas. Estos grupos pueden ser socialmente privilegiados, educados, ricos, poderosos o en algunos casos de clase alta. Esta cultura es distinta de la cultura de masas, que se refiere a los valores, ideas, creencias, lenguajes y comportamientos comunes a gran parte de la población.
La cultura de elite se manifiesta en todos los aspectos de la vida, desde la música y el arte hasta la política y la economía. Aunque la cultura de elite puede estar presente en todos los niveles de la sociedad, normalmente se asocia con la clase alta y los estratos sociales más privilegiados. Esto se debe a que los miembros de estos grupos tienen un mayor acceso a los bienes y servicios que se consideran privilegiados, como la educación, el arte y la cultura en general.
La cultura de elite también se refiere a la forma en que estos grupos se relacionan entre sí. Estas relaciones suelen estar basadas en un conjunto de normas y valores compartidos. Estas normas y valores se reflejan en los patrones de comportamiento de los miembros de la elite, como la forma en que hablan, se visten y se comportan. Esto a menudo se refleja en el lenguaje corporal, el tono de voz, los gestos y las actitudes.
La cultura de elite también se refleja en la forma en que estos grupos interactúan con el mundo exterior. Esto incluye la forma en que se relacionan con la política, la economía, el arte y la cultura en general. Estos grupos suelen tener una influencia significativa en la dirección en que estos ámbitos evolucionan, y esta influencia a menudo se refleja en la forma en que los miembros de la elite se relacionan con estos ámbitos.
Un ejemplo de cultura de elite es la sociedad aristocrática de la Europa medieval. Los miembros de esta sociedad estaban formados por un grupo pequeño y privilegiado de familias nobles. Estas familias compartían un conjunto de normas, valores y creencias que se reflejaban en la forma en que se relacionaban entre sí. Estos valores incluían el respeto por la autoridad, el honor y la lealtad, y el respeto por la educación y la cultura en general.
Otro ejemplo de cultura de elite es la cultura de la aristocracia inglesa. Esta cultura se caracteriza por el refinamiento, el buen gusto, el respeto por la tradición y el afecto por la cultura. Esta cultura se refleja en la forma en que los miembros de esta clase alta se relacionan entre sí, y también en la forma en que interactúan con el mundo exterior. Los miembros de esta clase alta pueden tener una significativa influencia en la dirección en que la economía, la política, el arte y la cultura en general evolucionan.
En conclusión, la cultura de elite se refiere a los valores, ideas, creencias, lenguajes y comportamientos compartidos por un grupo pequeño y privilegiado de personas. Esta cultura se manifiesta en todos los aspectos de la vida, desde la música y el arte hasta la política y la economía. Esta cultura se refleja en la forma en que estos grupos se relacionan entre sí, y también en la forma en que interactúan con el mundo exterior. Algunos ejemplos de cultura de elite incluyen la cultura de la aristocracia medieval europea y la cultura de la aristocracia inglesa.
