Un evento adverso centinela es un evento clínico inesperado, serio o fatal que ocurre como resultado de la administración de un determinado tratamiento. Estos eventos son considerados como una señal de advertencia para una posible asociación entre el tratamiento y el resultado adverso. Los eventos adversos centinela también se conocen como eventos adversos sentinelas, eventos sentinelas o efectos secundarios sentinelas. Los eventos adversos centinela son diferentes de los resultados adversos esperados, que se esperan en un tratamiento y se enumeran en las instrucciones de los fabricantes. El objetivo de la vigilancia de los eventos adversos centinela es identificar rápidamente los posibles eventos adversos relacionados con un tratamiento y ajustar el tratamiento si es necesario para mejorar la seguridad de los pacientes.
Un evento adverso cuasifallido es un evento que ocurre como resultado de un tratamiento dado, pero que no se considera un evento adverso centinela. Estos eventos son similares en apariencia o síntomas a los eventos adversos centinela, pero no se consideran síntomas de alarma. Los eventos adversos cuasifallidos son comunes y pueden incluir efectos secundarios menores como náuseas, fatiga, dolor de cabeza y sudoración. Estos efectos secundarios son esperados y no suelen ser motivo de preocupación. Sin embargo, los eventos adversos cuasifallidos pueden ser más severos y deben ser informados al proveedor de atención médica.
Los ejemplos de eventos adversos centinela son los siguientes: un paciente en tratamiento con un medicamento para el cáncer desarrolla una infección severa, como estafilococos o neumonía. Un paciente en tratamiento con un medicamento para el trastorno bipolar experimenta una depresión severa. Un paciente en tratamiento con un medicamento para la presión arterial alta experimenta una deficiencia renal aguda. Un paciente en tratamiento con un medicamento para la artritis reumatoide experimenta una disminución de la función renal.
Los ejemplos de eventos adversos cuasifallidos son los siguientes: un paciente en tratamiento con un medicamento para el cáncer experimenta náuseas, vómitos y diarrea. Un paciente en tratamiento con un medicamento para el trastorno bipolar experimenta insomnio y ansiedad. Un paciente en tratamiento con un medicamento para la presión arterial alta experimenta dolores de cabeza y mareos. Un paciente en tratamiento con un medicamento para la artritis reumatoide experimenta dolor articular y debilidad muscular.
Es importante estar al tanto de los eventos adversos centinela y cuasifallidos para asegurar la seguridad de los pacientes. Los profesionales de la salud deben informar inmediatamente cualquier evento adverso centinela o cuasifallido al proveedor de atención médica. El proveedor de atención médica puede entonces evaluar la situación y decidir si debe ajustarse el tratamiento para mejorar la seguridad del paciente.
Los eventos adversos centinela y cuasifallidos son importantes para la vigilancia de la seguridad de los pacientes. Los profesionales de la salud deben estar al tanto de estos eventos y comunicarlos a los proveedores de atención médica para asegurar que los pacientes reciban tratamientos seguros. Los fabricantes también deben vigilarlos a fin de identificar y corregir potenciales problemas de seguridad relacionados con sus medicamentos.
Conclusion
Los eventos adversos centinela y cuasifallidos son importantes para la vigilancia de la seguridad de los pacientes. Estos eventos deben ser informados inmediatamente por los profesionales de la salud para que los proveedores de atención médica puedan evaluar la situación y ajustar el tratamiento si es necesario. Los fabricantes también deben vigilarlos y tomar medidas para identificar y corregir potenciales problemas de seguridad relacionados con sus medicamentos.
